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Dita es chiquita, pero eso a ella no le importa porque tiene un deseo muy grande y está dispuesta a esforzarse para conseguirlo. Incluso si para ello tiene que ayudar a los gusanos o a las hormigas, o entrenar todos los días con los escarabajos. Eso sí, de lo que está cansada es de ir al tejido con su mamá y su abuelita, pues eso le quita mucho tiempo para ir en busca de aventuras.rn